Mi nombre es Ignacio, vivo en Buenos Aires, Argentina. País del Tango, Mates , Fútbol y la mejor carne del mundo.
Mi pasión por Viajar y el Software Libre, nacieron casi al mismo tiempo. En 2007 realicé mi primer viaje fuera del país junto a un compañero de trabajo, donde asistimos a un congreso (Latinoware) de Software Libre que se realizó en Brasil.
Recuerdo que en aquel entonces en el trabajo empezamos a implementar los primeros equipos de escritorio con Ubuntu 6.06 lts – Edgy Eft y Debian 3.1 – Sarge en el único Srv que contábamos. El entusiasmo y las ganas de aprender eran muy altas, asistíamos a diversas charlas y/o encuentros de la comunidad, donde tuvimos la oportunidad de brindar nuestra experiencia de migración a Software Libre en el Sector Público Nacional. Como todo fue siempre a pulmón, no contábamos con presupuesto para el viaje más que el propio, decidimos irnos en bus y alojarnos en un Hostel para ahorrar ¿hostel? algo completamente nuevo y desconocido para mi hasta ese momento.
Creo que al alojarse una semana en un hostel y convivir con viajeros de distintos países, poder escuchar sus historias de viaje y futuros destinos, despertaron una gran curiosidad sobre esta forma de viajar. Fui asimilando varios conceptos desconocidos completamente para mi hasta ese momento: Autostop, HospitalityClub, Couchsurfing, Backpackers, mochileros, etc.
¿Qué es ser un mochilero? A veces se piensa que alguien que viaja solamente con una mochila debe hacer todo el camino a dedo, tener la billetera vacía, comer solamente en la calle, dormir donde se pueda y bañarse cuando la situación lo amerite, son varios estereotipos que falsamente pesan sobre los mochileros.
Creo que más que el equipaje lo que cuenta es la mirada que se tiene sobre los lugares. Sea mochilero, viajero o turista, lo que me interesa es sumergirme en la cultura de cada país, compartir un modo de vida distinto al mío, escuchar las historias de personas que viven a miles de kilómetros de mi realidad. Viajar para mi implica comer la misma comida que un local, utilizar sus medios de transporte, compartir su música y festejos. Prefiero evitar los grandes hoteles y/o restaurantes, donde uno es recibido hablando en Inglés, así como los típicos Tours en autobuses con aire acondicionado y lleno de turistas.
Viajar es aprender a ver más allá de la escenografía montada para el turista, es vivir como un local pero observar cómo un extraño, sin perder el asombro hacia las cosas nuevas y distintas, porque en el fondo la mochila es lo de menos, bien podría estar cargando una valija, un bolso o simplemente una bolsa y mi equipaje jamás me haría cambiar mis vivencias ni mi forma de ver el mundo.
Creo que no podemos alargar la vida, pero viajando, se puede ensanchar 🙂